Las tensiones entre el estudio creador de Call of Duty y la distribuidora alcanzan límites insospechados. Se menciona la palabra “insubordinación”
En la madrugada de hoy ha saltado la noticia de que Infinity Ward -los responsables de las series Call of Duty y, concretamente, del millonario Modern Warfare- se ha “insubordinado” de Activision, los distribuidores de sus videojuegos.
La cronología de los hechos es la siguiente.
En la noche de ayer Infinity Ward tenía una reunión con Activision, aunque se desconocen los motivos del encuentro. Más tarde, en la madrugada, Jason West, uno de los principales ejecutivos de Infinity Ward, mencionaba en su Facebook que se encontraba “bebiendo y actualmente desempleado”, lo que hacía pensar que el encuentro con la compañía no había ido particularmente bien.
Simultáneamente a la noticia el portal G4 hacía pública la sorprendente aparición en los alrededores de las instalaciones de Infinity Ward de empleados de seguridad. Al ser preguntados por los empleados, éstos no dieron motivos de su presencia, pero hicieron notar que ni el mencionado Jason West ni Vince Zampella –otro de los principales ejecutivos del estudio- habían llegado a las oficinas tras la reunión. Activision informaría más tarde de que se estaba produciendo una investigación por “brechas en el contrato e insubordinación por parte de dos de los principales ejecutivos de Infinity Ward”, presumiblemente los mencionados Zampella y West.
La noticia del abandono del estudio por parte de West se confirmaba horas más tarde con su perfil en LinkedIn, en el que se mencionaba su estancia en Infinity Ward como parte del pasado. Al punto de la mañana europea, madrugada estadounidense, Robert Bowling, otro de los principales responsables del estudio escribía en su Twitter lo siguiente: “El teléfono no para de sonar. Me alegro de haber cambiado el tono de llamada recientemente por una canción que me gusta `Shipping up to Boston´ de los Dropkick Murphys”.
El portal videogaming247 también quiso poner su granito de arena a la noticia poniéndose en contacto con empleados del estudio, que definieron la situación como “tensa”, señalando que la plantilla del estudio está “terriblemente preocupada” y “confundida”.
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